Huellas del hombre en la Luna

Rastros que dejó la misión del Apolo 17 en la Luna captados por la sonda LRO de la NASA. A la izquierda, las huellas de los astronautas. A la derecha se aprecian las huellas de las ruedas de los vehículos lunares que usaron.



Imágenes del lugar donde aterrizó el Apolo 12, donde se ve las huellas de las pisadas de los astronautas. A la izquierda pueden verse los paquetes de instrumentos ALSEP, que fueron instalados para obtener información de la geología lunar y del entorno, y cuyos cables reflejan mucha luz.





El módulo Antares del Apolo 14 y las huellas dejadas por Alan Shepard y Edgar Mitchell.




Foto tomada por la LRO en 2010 que muestra el lugar donde impactó el Apolo 13, en el Mare Cognitum, formando un cráter de 30 metros de diámetro.





La sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) ha obtenido las imágenes más precisas vistas hasta la fecha desde el espacio de los lugares donde alunizaron las naves Apolo 12, Apolo 14 y Apolo 17. Las fotografías muestran las huellas que dejaron los astronautas en sus caminatas de exploración, así como las marcas de los autos lunares que usaron. “Podemos volver sobre los pasos de los astronautas con gran claridad y ver dónde tomaron exactamente las muestras” explica Noah Petro, geólogo lunar en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.

La sonda ya anunció vía Twitter de su intención de fotografiar los lugares de alunizaje de las naves Apolo. “Bajaré de mi altura habitual de 50 kilómetros a los 20 kilómetros para fotografiar los lugares de alunizaje de las naves Apolo. Así conseguiré las imágenes 4 veces más nítidas que las mejores de las que hice anteriormente”, anunciaba la sonda en la plataforma de microblogging. LRO ya fotografió los lugares de alunizaje de algunas naves Apolo en julio de 2009 y en 2010.

Todos esos rastros de la presencia humana en la Luna desaparecerán producto del constante bombardeo de micropartículas cósmicas que impactan en nuestro satélite. Se estima que las rocas lunares se erosionan a un ritmo de un milímetro cada millón de años. "En años humanos parece una eternidad, pero en término geológicos probablemente no habrá rastros de la exploración de las misiones Apolo en unos 10 a 100 millones de años", aclara Mark Robinson, investigador de la
NASA.