De dónde sale el color?
El principal responsable es un pigmento llamado melanina. En cantidad abundante, da lugar a los ojos marrones y, cuando escasea, a los azules.
Esto último ocurre porque “también existe una aportación de las fibras de colágeno que forman el tejido conjuntivo del iris”, nos explica Richard Sturm, una autoridad mundial en la genética del color de ojos, pelo y piel. Esas fibras no aportan color, “son proteínas estructurales que dispersan las longitudes de onda azules de la luz hacia la superficie”, añade Sturm, y explica que los verde-avellana: “Son el resultado de las diferencias en la distribución o la cantidad de ese pigmento”. Las variaciones de esos elementos dan lugar a una inmensa diversidad de tonalidades.
Esto último ocurre porque “también existe una aportación de las fibras de colágeno que forman el tejido conjuntivo del iris”, nos explica Richard Sturm, una autoridad mundial en la genética del color de ojos, pelo y piel. Esas fibras no aportan color, “son proteínas estructurales que dispersan las longitudes de onda azules de la luz hacia la superficie”, añade Sturm, y explica que los verde-avellana: “Son el resultado de las diferencias en la distribución o la cantidad de ese pigmento”. Las variaciones de esos elementos dan lugar a una inmensa diversidad de tonalidades.
¿Puede indicar enfermedad?

Cómo se hereda el color de ojos?

¿Son los espejos del alma?
Más bien, la ventana a la que asoman todas nuestras emociones, nos guste o no. Su lenguaje implica a todos sus elementos: párpados, cejas, pupilas… El estadounidense Eckard Hess investigó la relación entre las variaciones involuntarias en estas últimas y nuestras sensaciones: se dilatan por placer o interés, se contraen ante lo desagradable y cuando sufrimos un shock se abren, para después cerrarse de inmediato. La frecuencia del parpadeo, la dirección y fijeza de la mirada, y el arqueo de las cejas forman también parte del repertorio.
¿Para qué sirve entenderlos?
Hace 50 años, el doctor Robert Fanz utilizaba una extraña caja de 60 x 60 cm para estudiar la mirada de los bebés. Desde entonces hasta el estudio de las microexpresiones faciales por parte de Paul Ekman (inspirador de la serie Miénteme) hemos desvelado buena parte de los secretos de nuestros ojos. Las conclusiones se aplican para la detección de mentiras y el estudio de nuestras respuestas emocionales con técnicas de eye-tracking. Y para añadir “humanidad” a los androides y personajes de animación.
¿Qué implica mirar a otro?
