La catastrófe del Vesubio.

Aunque el Vesubio es conocido por la erupción del año 79, ha hecho erupción otras tres docenas de veces. En el 472, lanzó tanta ceniza que la lluvia de ceniza llegó hasta Constantinopla. En la del 1036 el volcán registró su primer flujo de lava y luego durmió hasta finales del siglo XIII. Después, fue cubierto de jardines y viñedos, incluso el cráter se llenó de arbustos. De nuevo en  erupción en el año1631, sepultó muchas poblaciones bajo la lava y agua hirviendo acabaron con la vida de 3.000 personas. A partir de aquel momento, su actividad se ha mantenido casi constante.


Pompeya se encuentra en la región italiana de Campania, en la provincia de Nápoles. El Vesubio, un volcán activo, tan sólo se encuentra a nueve kilómetros de la conocida ciudad de Nápoles.


En marzo de 1944, el Vesubio destruyó en una gran erupción varias poblaciones napolitanas y toda una escuadra de 88 bombarderos americanos en pleno transcurso de la II Guerra Mundial. Esta fue la última vez que el volcán hizo erupción, pasando a mantener el mayor periodo de calma en los últimos 500 años.


Aunque como fecha del descubrimiento de Pompeya figurará siempre 1759, realmente tuvo lugar en 1550, cuanto el arquitecto Fontana excavaba un nuevo curso para el río Sarno. El siglo y medio que hubo que esperar hasta que se empezara a desenterrar, por iniciativa de Carlos III de España (y VII de Nápoles) se debió muy posiblemente al hallazgo de los frescos eróticos. La estricta moral cristiana de la época habría llevado así a ejecutar esta censura arqueológica. Además de frescos eróticos, en Pompeya hay otras muchas manifestaciones inquietantes. Muchas de ellas se encuentran en la conocida como Villa de los Misterios, construida y decorada para honrar al dios Dionisos



Mientras se realizaban las excavaciones, se hallaron en la ceniza huecos que habían contenido restos humanos. Un arqueólogo italiano, Giuseppe Fiorrelli, sugirió rellenar estos huecos con yeso para obtener moldes de las figuras humanas que quedaron sepultadas. El resultado fueron figuras con expresivos gestos del terror que los habitantes de Pompeya sufrieron en sus últimos instantes de vida, antes de ser sepultados por la ceniza.


Junto a alguno de los cadáveres se encontraron botellitas de veneno, que usó seguramente para evitarse la agonía y el sufrimiento que el Vesubio les regaló. Algunos perros seguían atados a las paredes de las casas de sus dueños y los gladiadores seguían en el anfiteatro cuando les llegó la hora. Así siguieron durante siglos.


Hasta el momento se han encontrado un total de 2.000 víctimas de la erupción, un número que se estima que seguirá aumentando a medida que avanzan las excavaciones hasta superar los 3.500.
En la actualidad, Pompeya es un importante destino turístico. Forma parte del Parque Nacional del Vesubio y fue declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Muchos residentes en la nueva ciudad de Pompeya tienen negocios de turismo o empleos relacionados con el turismo que generan las ruinas.