Durante
la época medieval no era fácil vivir y mucho menos durante el estallido de lo
que se conoció como la Peste Negra entre 1347 y 1351, que mató a decenas de
millones de personas, entre el 30% y el 50% de la población de Europa. Pero
según los estudios, no todo fue malo. Este episodio terrible trajo muchos
beneficios a los que sobrevivieron.
Los
beneficios de la Peste Negra que cambiaron la Edad Media.
La
Peste Negra fue una horrible enfermedad. Según describió el poeta italiano
Giovanni Boccaccio, las personas afectadas presentaban «al principio de la
enfermedad, ciertas hinchazones, ya sea en la ingle o debajo de las axilas».
Además, detalló que «pareció golpear indistintamente y sin advertencia. La
gente podía estar sana en la mañana y muerta por la tarde».
Sin
embargo, algo se puede rescatar de esta trágica epidemia. La Peste Negra dejó
poblaciones que eran más saludables y más robustas que las personas que
existían antes de que la plaga golpeara, según un nuevo estudio. De acuerdo a
Sharon DeWitte, antropóloga biológica de la Universidad de Carolina del Sur y
autora de la investigación, la Peste Negra fue un asesino selectivo y después
de que pasara, hubo realmente una mejora en el nivel de vida.
Esto
es una evidencia de lo dura que era la vida en la época medieval. Se necesitó
una plaga para lograr realmente una mejora en las condiciones de vida.
De
repente, hubo una caída dramática en el número de adultos sanos disponibles
para trabajar, lo que significaba que los supervivientes podían cobrar más por
su trabajo. Al mismo tiempo, una menor población significó una disminución de
la demanda de alimentos, bienes y vivienda, y como resultado, los precios de
los tres disminuyeron. Hacia finales del siglo XV, los salarios reales eran
tres veces más altos de lo que eran a principios del siglo XIV, antes de que la
plaga golpeara. Las dietas mejoraron a medida que los empleadores se vieron
obligados a aumentar los salarios y a ofrecer alimentos y ropa extra para
atraer trabajadores.
Otro
de los inesperados beneficios de la Peste Negra fue la popularización de los
perfumes. Los médicos creyeron, entre otras cosas, que los vapores venenosos
causaron la plaga y por eso, usaban hierbas aromáticas para purificar el aire.
Había
una gran demanda de aguas aromáticas como el brebaje de romero, lavanda y
alcohol conocido como Eau de la Reine de Hongrie («Agua de la Reina de
Hungría»), así como aromas herbarios más simples para la gente más pobre. Lo
que comenzó como una medida de protección contra la enfermedad, se convirtió
gradualmente en una costumbre social entre las clases altas.
Asimismo,
antes de la Peste Negra, los hospitales eran simplemente lugares donde los
enfermos estaban aislados para no infectar a otros. Una persona gravemente
enferma que entraba en un hospital medieval era un caso perdido. Los hospitales
medievales no contaban con médicos ni enfermeras profesionales, sino con monjes
y monjas.
La
gran Peste Negra impulsó la transformación de los hospitales de un esfuerzo
caritativo a un lugar donde los enfermos acuden por tratamiento.
Simultáneamente, hubo cambios importantes en la práctica médica. De ser una
filosofía pintoresca, la medicina evolucionó en una ciencia física práctica.