Para que te enteres...

 

Menelik II

Dos anécdotas sobre este soberano etíope que Gregorio Doval cita en su obra El libro de los hechos insólitos «Poco después de que fuera probada con éxito en 1887 la primera silla eléctrica de la historia, los fabricantes recibieron un pedido de tres unidades del negus de Abisinia (Etiopía) Menelik II (1844-1913).



 Cumplido el encargo, el emperador abisinio, comprometido con un programa de modernización de su país, no pudo llegar a estrenarlas por la sencilla razón de que Abisinia no contaba por entonces con energía eléctrica. El emperador, una vez superado el enfado con sus asesores, utilizó aquellas sillas como tronos imperiales. En otra ocasión, se cuenta que Menelik dudaba de la posible solidez de un futuro puente cuya maqueta le presentaban para su aprobación. El monarca, decidido a probar, se acercó a la maqueta y la golpeó con el puño, causando el natural estropicio en el modelo, lo que, a sus ojos, demostraba la falta de solidez del futuro puente. Sus consejeros, ya escarmentados, prepararon un segundo modelo, esta vez con sólida madera; Menelik inmediatamente intentó aplastarlo, y como no pudo, aprobó el proyecto.»