- La masturbación y relación de pareja… no son compatibles.
Nada más alejado de la realidad. Aunque si bien es cierto que muchos hombres cuando están en una relación de pareja disminuyen la frecuencia de sus masturbaciones, no desaparecen… ¡ni tendrían por qué!
Mujeres no se sientan mal si cachan a su pareja masturbándose, no significa que nos las quiera, ni que esté insatisfecho con su vida sexual. Además, quién sabe, hasta les podría salvar la vida. Un estudio realizado en Australia, reporta que masturbarse reduce el riesgo de tener cáncer de próstata.
- Los hombres SIEMPRE tienen ganas.
Tanto hombre como mujeres piensan regularmente en sexo, por lo menos una vez al día… lo cual no significa ¡que estén dispuestos a tenerlo!
Los hombres no son máquinas sexuales, hay días que les duele la cabeza, no están de humor, andan bajones de pila, tienen problemas en el trabajo, están cansados… o simplemente ¡no tienen ganas! Ser hombre no implica estar “ganoso” todo el día, todos los días.
- El único responsable de darle placer a la mujer… es el hombre.
Muchos hombres –y mujeres- creen que son los encargados de enseñarles a las mujeres sobre su cuerpo… ¡háganme el divino favor! Si apenas y conocen el suyo, conocer el femenino resulta mucho más complicado… además, no es su obligación. Lo ideal sería que cada quien descubriera cómo funciona su propio cuerpo y posteriormente aprendiera a conocer el de su(s) pareja(s).
Lo más importante es la penetración.
Yo no sé quién nos dijo que lo más importante al momento de una relación sexual era la penetración… pero ¡nos partió nuestra mandarina en gajos! Los genitales (la vulva, el pene y el escroto) son sólo una parte –importante- de nuestra sexualidad… no se trata de menospreciarlos, pero tampoco de ponerlos en un pedestal. Al momento de estar con alguien, todo es importante… los besos, las caricias, las miradas, la complicidad, el disfrute… el cuerpo completo. No te limites a una sola parte de ti… ¡aprende a sentir y disfrutar con TODO lo que tienes!
