Adams James era un joven de 16 años con una manera de pensar fascinante, el solía ser un chico tranquilo y muy respetuoso, sensible y muy tímido, pero muy obsesionado por el amor, un amor que el ansiaba conocer algún día, el veía a sus amigos con sus parejas, y el sentía mal porque no tenía una, llego cierto día en su colegio una mañana normal como siempre, una chica cuyas características eran muy relevantes para él, pues ella era muy simpática, rubia y poseía un brillo increíble, esta chica le robo el corazón al joven Adams, cuando él la vio por primera vez, no podía explicarse a sí mismo como una chica así había entrado a su corazón, el intento hablar con ella pero no lo conseguía, lo que el sentía era una gran cobardía la cual no lo dejaba actúar, pasaron los días y él se fue enamorando mas y mas, su obsesión por ella lo hacía perder el apetito,no solía dormir bien y sus calificaciones en el colegio empezaron a bajar, en su mente solo existía ella, se sentía completamente confundido por lo que le estaba pasando, paso el tiempo y sus oportunidades empezaban a agotarse pues el año lectivo había culminado, y era la hora de irse el no podía aceptar lo que estaba pasando, aquella chica se cambio de colegio y el sueño de James se había desvanecido, la historia en los siguientes años se volvía a repetir una y otra vez con otras chicas , pero tampoco sucedía algo, sus actos de cobardía eran cada vez mas posesivos, no lo dejaban actuar, el joven James atravesaba una etapa llena de problemas, situaciones, y solía tener una moral muy baja, porque no encontraba una manera de acabar con todo eso, hasta que un día en la culminación de otro año de colegio vio a una chica que verdaderamente lo impacto aun mas que las otras veces, era sin duda la mujer de sus sueños, nuevamente se enamoro, en el mes de Marzo, la vio por primera vez, era como una ráfaga de luz resplandeciente y muy brillante, el se quedo completamente paralizado, al ver tanta belleza que caminaba delante de él, Adams no sabía cómo reaccionar, estaba completamente mudo y paralizado, aquélla chica lo miro con dulzura y de repente le sonrió, pero él no podía hablar, era una ráfaga de miradas, así pasaban los días miradas una tras otra, pero lo único que conseguía era enamorarse más, cada vez que la veía no podía reaccionar, su obsesión nuevamente lo llevo a contraer problemas, no podía dormir tranquilo su conciencia le decía: haz algo, háblale dile hola muy dentro de el sabía que tenía que decirle algo, pero sin embargo su cobardía era cada vez más fuerte, tenía miedo de que ella lo rechazara, hasta que un día, quizás el mejor de su vida, pero que pronto se
convertiría en el peor, era primero de Abril del año 2009 cuando el joven Adams tuvo la oportunidad más grande de todas, aquella chica ingreso al local donde Adams trabajaba, cuando el joven la vio no podía creer que ella estaba frente de el mirándolo, pero nuevamente no supo hacer nada más que mirarla, quizás ella esperaba a que él le hablara y el su vez esperaba lo mismo, pero lo que él no sabía que una de las grandes leyes de las mujeres era: que el hombre debe empezar una conversación, pasaron 20 minutos y seguían mirándose, pero ninguno intento decir “hola” fue entonces cuando ella noto que él era un cobarde y que nunca se le acercaría, ella se fue y el joven Adams se le cayó el cielo, no podía comprender porque se había ido, para él fue un momento fantástico, sintió por primera vez una gran sensación de amor.
El tiempo paso y el colegio empezó nuevamente, y ella empezó a conversar con otros chicos, al ver esto Adams se sentía destrozado, hasta que un día vio a aquella chica con otro hombre, los vio juntos, aquel día se le derrumbo el mundo, en su interior sentía como se destrozaba su corazón, aquella mujer que con tantas ansias amaba, se había ido, recordó aquel momento fantástico, en realidad había sido un gran error por no haber hecho nada, se dio cuenta de que su oportunidad había terminado, el amor se había esfumado, su vida cambio desde ese momento, desde entonces han pasado 2 años, y aún su corazón la sigue amando, esperando quizás algún día tener otra oportunidad.