El
aprendizaje lo podemos definir, tal como lo pide la escuela, la sociedad o como
la hemos concebido a lo largo de todos estos momentos de existencia que
tenemos, sí; es válido reconocer que en todo momento y en cualquier espacio o
ámbito de la vida cotidiana hacemos o tratamos de hacer algo y esto implica una
relación consciente o inconsciente con ese objeto de estudio, tomamos o adquirimos
de ese objeto lo que más nos interese o llame la atención, (ya sea su color, tamaño,
forma, etcétera,) y esto pueda llevar a propiciar un ajuste de las redes conceptuales
proyectándolas de la manera en que a cada uno le parezca o pudiera hacer, esto
es, lo concebido como aprendizaje.
Desde
niños, hemos tenido necesidad de aprender una infinidad de cosas aparentemente
sencillas: mamar, tomar el biberón, caminar, distinguir objetos diferentes,
reconocer a nuestros padres, llamar por su nombre a cada objeto, a cada persona,
a cada animal; construir frases y largas oraciones. Si se reflexiona casi todo
lo que se ha aprendido proviene de la experiencia. Usted también ha aprendido
a “gozar y a sufrir” a partir de una
multitud de experiencias alegres y tristes. Podrá darse cuenta también de que
nadie es tan ignorante que no sepa nada, todos tenemos nuestros propios
referentes, nuestras propias experiencias que nos permiten tener un determinado
conocimiento sobre algo en particular a partir de nuestras experiencias que van
forjando nuestro propio camino del saber, del conocimiento. La experiencia de
ser en-el-mundo, de actuar en él, con otros, esta forma concreta de caminar por
la vida es simplemente, aprendizaje.
Pero
el verdadero aprendizaje consiste precisamente en asimilar esas experiencias en
nuestras propias vidas. Sin embargo, el aprendizaje no consiste solamente en
tener experiencias, sino en vivirlas, de tal forma que éstas puedan ser
asimiladas e incorporadas a la vida. Por esto se dice que aprender es cambiar.
En algunos casos, tendrás que desaprender lo aprendido y corregir algunos
aspectos de tu mal aprendizaje.
La
reflexión realizada de manera honesta te llevará a darte cuenta de lo aprendido
y de qué forma lo has hecho sin olvidar que todo aprendizaje es un proceso de
perfección progresivo.
Constantemente
debe estar actualizando los referentes que uno posee, debido a las realidades
cambiantes nuestros aprendizajes también deben serlo de acuerdo a las circunstancias
de los momentos sociales que se vivan. Por ejemplo: quien escribe a máquina o
en computadora con dos dedos y pretende aprender a escribir con los dedos de
ambas manos, para no ver el teclado, necesita modificar ciertos hábitos
adquiridos y, en cierta forma, desaprender lo aprendido, para adquirir nuevas
habilidades y aptitudes.
En
síntesis, aprendizaje es el proceso mediante el cual se obtienen nuevos conocimientos,
habilidades o actitudes, a través de experiencias vividas que producen algún
cambio en nuestro modo de ser o actuar. El aprender, pues, da la oportunidad de
crecer, de asimilar la realidad y la posibilidad de transformarla, de tal
manera que logre una existencia más plena y más profunda.