México lejos de la libertadores

En política, economía, industrias culturales y en el deporte, México apenas mira de reojo a Sudamérica (más allá de la compra de jugadores). La Copa Libertadores no es la excepción y por ello abundan las decepciones de los equipos nacionales en este torneo.

El caso de los Tigres no es nuevo ni excepcional, sino la norma. Solo podemos encontrar ejemplos aislados de equipos que han dedicado todo su esfuerzo a la Libertadores y algunos de ellos han estado cerca de ganarla, como Cruz Azul y Chivas.
El América también ha tenido buenas actuaciones al haber sido semifinalista en tres ocasiones, pero eso no basta para satisfacer el anhelo -que se está transformando en desesperación- de que un equipo mexicano gane la Libertadores.

Para colmo, cuando los equipos mexicanos han puesto sus energías en el torneo continental el calendario no les ha favorecido, pues llega un momento en que se junta la Liguilla con las fases finales de la Copa. Esto le ha sucedido a Cruz Azul, Chivas y América.
Lo que molesta más del caso Tigres es que su plantel titular tenía el potencial de pelear incluso por el campeonato, pero la renuncia del Tuca al torneo -anunciada desde semanas antes- provocó gran decepción, mas no sorpresa.

Además de la distancia cultural que nos aleja de la Libertadores, los designios de la Concacaf juegan en contra de que México gane la Copa. Los calendarios y la obligación de jugar la Concachampions, más el sueño del Mundial de Clubes (o los dólares que otorga en premios) pesan más que el deseo de codearse con los mejores equipos del continente.

Hoy las críticas están dirigidas contra “Tuca” y los Tigres, pero no olvidemos que es algo que se repite año con año; apenas en el 2011 el América de Reinoso fue a jugar con suplentes a cancha del Santos en cuartos de final, y como ese ejemplo hay muchos más.