Al parecer, los diputados ya sienten muy cerca el puente de Semana Santa, una buena parte no se presentó a laborar y los que tuvieron a bien llegar a la Cámara estaban metidísimos en sus celulares o, de plano, a nada de quedarse dormidos.
Y lo que es peor les pagan sueldos que resultan una afrenta para el empobrecido pueblo de Mèxico.