Equivocado.*

Durante mucho tiempo viví equivocado: luché contra castillos de arena, me enamoré de una chica sólo porque usaba un hermoso kimono de odalisca, le pedí peras al horno, no entendí que por la noche todos los gatos son pardos.

Ahora, en cambio, superè todos esos errores y voy por la calle con la nuca en alto.