Levantarte a las 5:00 am después de un exquisito fin de semana es una grosería. Dejar la cama para empezar una nueva jornada es –casi– tan difícil como dejar el vientre materno. ¿Cómo sacudirte la flojera y empezar la mañana energéticamente?
¡Que se haga la luz!
El reloj biológico está sincronizado con la iluminación solar. Prende todas las luces de tu cuarto al levantarte. Recibir destellos artificiales puede engañar a tu cuerpo y hacerle creer que ya es hora de activarse.
Muévete
Ejercítate por las mañanas. Salir a correr o realizar alguna actividad física en tu habitación –si es un 'rapidín', mejor–, es más eficiente que un espresso.
La regla de los 10 minutos
Cuando apagues tu alarma, quédate despierto 10 minutos. Después de este período es muy probable que el sueño desaparezca.
Crea
Empieza tu día con una actividad que ocupe tu mente. Las tareas creativas como escribir, dibujar o diseñar, funcionan mejor que leer o ver la televisión.
Come
Dedica, por los menos, 10 minutos a tu desayuno. Saltarte la primera comida del día, desequilibra tu metabolismo y provoca que subas de peso y pierdas energía.
Realiza un plan de sueño
Programa tus horas de sueño. Desvelarte de lunes a viernes e 'hibernar' los fines de semana es una mala estrategia. Organízate y duerme de seis a ocho horas por noche.
Súbele al volumen
Prepara un playlist con las canciones más escandalosas que conozcas y disfruta tu buffet auditivo.