En medio de la tierra apartaré
las esmeraldas para divisarte
y tù estaràs copiando las espigas
con una pluma de agua mensajera
¡Que mundo! ¡ Qué profundo perejil!
¡ Qué nave navegando en la dulzura!
Ya no habrá división en las ventanas.
y tù tal vez y yo tal vez topacio!
Ya no habrá sino todo el aire libre,
las manzanas llevadas por el viento,
el suculento libro en la enramada.
Y ahí donde respiran los claveles
fundaremos un traje que resista
la eternidad de un beso victorioso
Autor: Pablo Neruda.